viernes, 16 de noviembre de 2012

Numeralia diabética.






Tengo que reconocer que noviembre no ha sido muy bueno para mi estado de ánimo con respecto a la diabetes o al menos así parece reflejarlo el tono un tanto oscuro de mis dos últimas entradas. Sin embargo quisiera poner en claro que no estoy para nada ni triste o desanimado y tampoco enojado con la enfermedad ni con la idea de tener diabetes. Después de todo, tener diabetes es mi realidad y tengo que aceptarla y si bien no la puedo cambiar, puedo hacer todo aquello en la esfera de mi alcance, para mantenerme en control y no permitir que el deterioro esperado sea una realidad en mi caso. Llevo trece años intentándolo y parece ser que hasta ahora es un éxito.

Quienes leyeron la última entrada saben que me tomaron muestras de laboratorio el mero Día Mundial de la Diabetes y tendré mis resultados para el próximo miércoles 21. Mi expctativa es que las cifras que revelan mi estado de salud, declaren que no solo digo sino que en efecto, hago aquello que predico: ejerzo disciplina y me cuido.

El miedo a las consecuencias de no cuidarme me tiene motivado para mantener la disciplina, ya que saber a qué me puedo enfrentar en un no deseado hipotético futuro, es suficiente para que no lo tome a la ligera. Eso y la certeza de que si me cuido, mi condición física me permitirá hacer cosas a mi edad que aún para gente sana de mi edad, no son sencillas.

Así que cuidandome me salgo un poco o quizás un mucho de las estadísticas asociadas a la diabetes, cuestión que me llena de satisfacción ya que me refleja de manera positiva el esfuerzo diario, ese despertar todas las mañanas y declarar antes que otra cosa, "solo por hoy".

Así pues, este preámbulo lo he escrito con la intención de darle paso a una serie de datos que tienen que ver con las estadísticas de la diabetes y las enfermedades asociadas, además de los números que nos ubican acerca del impacto de esta enfermedad sobre los sistemas de salud de los países y en última instancia en la economía.

Tomo la información de lo que el períodioco Publimetro publicó, precisamente, el día 14. y si bien no transcribiré todas las cifras, ennumeraré las que considero de relevancia particular.

México ocupa el décimo lugar mundial en diabetes, pero se estima que para el 2030 ascienda al séptimo.

En las dos últimas décadas se han incrementado los casos de diabetes, representando en la actualidad el 90% de los casos totales la diabetes tipo 2.

La diabetes tipo 2 se puede prevenir con sencillos cambios en el estilo de vida al abandonar el sedentarismo y modificando positivamente los hábitos alimenticios.

Las complicaciones asociadas a la diabetes que se presentan con mayor frecuencia son ceguera, pérdida de la dentadura, accidente vascular cerebral, poblemas cardiovasculares, daños a los riñones y pié de diabético.

Por cierto, una de cada tres personas con pié de diabético, terminará en amputación.

La diabetes está asociada al sobrepeso u obesidad, lo que ocurre en cada dos de cada tres mexicanos.

En el grupo de edades de los 40 a los 59 años, las complicaciones de la diabetes son la causa de uno en cada cuatro decesos.

De cada 100 personas con diabetes, catorce presentan nefropatía, diez desarrollan neuropatía (daño al sistema nervioso), diez sufren de pié de diabético y cinco habrán perdido la vista.

Como se puede apreciar, no es sencillo mantener la cordura y hacer un análisis objetivo cuando se está de este lado de la enfermedad. Por ello hoy lo escribo así, no se trata de negar lo que estoy sintiendo en ciertos momentos, sino que hay ocasiones en que el discurso "políticamente correcto" no cabe y hay que tomar al toro por los cuernos, dejar de lado los eufemismos y las conductas de evasión de la realidad y darnos cuenta que, sin arruinarle la fiesta a nadie, se puede vestir con el festivo "azul diabetes" pero manteniendo la cabeza fria y no olvidando que quien tiene información y conoce de su padecimiento, por dolorosa que ésta sea, tiene mejores armas para mantener el control. Así que ahora que ya pasó la fecha, que ya los globos se desinflaron y las serpentinas fueron barridas, sigo en control, sin perder la perspectiva, sabiendo que mi sistema endocrino no sabe de fechas ni celebraciones y tiene que recibir esa diaria ayuda para seguir operativo, por que la diabetes es la mejor muestra de que nuestra fisiología ya no trabaja en automático. Así pues, como dijera el buen Alastor "ojoloco" Moody, hay que estar en "alerta permanente"-

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Día Mundial de la Diabetes 2012



Este 14 de noviembre pienso en dos noticias para un poco probable futuro que estoy seguro no lo serán. Que se acaba el mundo el próximo 21 de diciembre y que ya hay una cura para la diabetes. Aunque el aforismo reza que “no tener noticias son buenas noticias”, no siempre el ignorar algo implica que no exista o que no nos pueda afectar.  

Hoy por todo el mundo se lanzan felicitaciones por el día, por la diabetes, por lo que sea, pero no sé por qué, pero nunca he podido celebrar ni aceptar ser felicitado por tener diabetes. Si por el contrario, en vez de contraer diabetes me hubiera sacado la lotería, estaría recibiendo felicitaciones, invitaciones a comer y cenar (por mi pagadas, claro) y estaría estrenando parientes que ni sabía que tenía. Pero no, tengo diabetes y es una enfermedad que me va deteriorando lenta pero progresivamente y no me puedo sentir feliz por ello ni creo que quepa una felicitación al respecto.

Por otro lado, el término conmemorar, hacer memoria, me parece mejor ya que no es sinónimo de simple alegría, de festejar por festejar aunque no venga tanto al caso, sino de recordar. Recordar el que perdimos la impecable salud, que tenemos que esforzarnos mucho más, elegir y contar lo que comemos, y dejar de lado aquellos años de placeres culinarios irrestrictos. Hay que estar monitoreando la glucosa en sangre y toda esa larga lista de  cuidados que implica vivir con diabetes. Cuidados que van desde la insulina, hipoglucemiantes, medicamentos para la presión, el colesterol, los dolores neuropáticos y una larga lista que pasa por análisis periódicos, tratamientos, terapias y el penoso paso por los deterioros de salud que se van instalando para, no sólo quedarse, sino para irnos quitando capacidad, movilidad calidad de vida. Por eso no celebro ni felicito a nadie por tener diabetes. 

Aprovecho esta entrada de las no felicitaciones y las no noticias para tocar un tema que pocas veces se dice con la fuerza suficiente, pero si es que nuestro sistema de salud cumple con sus compromisos internacionales, tendrá que convertirse en un tema relevante y ser tratado con la seriedad que se merece. Me refiero a la prevención de  la diabetes, en particular la tipo 2, que ya se sabe tiene factores desencadenantes que se pueden evitar y mantener bajo control.  

Hoy la viñeta que uso se la tomo prestada del World Diabetes Atlas de la International Diabetes Federation y es una ilustración dramática de la cantidad de casos estimados de personas que en el mundo viven con diabetes y no tienen un diagnóstico. Las cifras son de espanto pues no hay nada peor que la desinformación y más en el caso de una enfermedad que requiere ser atendida antes de causar daños irreparables que pudieron ser evitados con un diagnóstico oportuno. 

En este México que tanto amo, nuestra población cuenta con las características genéticas que nos hacen propensos a padecer diabetes con mucha más frecuencia que otras poblaciones de diferente composición genética. Ello convierte al problema en uno de importancia especialmente relevante y doy mi argumento: A diferencia de otras naciones, contamos con sistemas de salud –con carencias y deficiencias pero que son de alcance popular y sumamente accesibles cuando los hay-, cosa que no ocurre en otras naciones, incluso en las llamadas desarrolladas. Ello implica que los costos directos relacionados con la atención médica no se perciban tanto en la población en general como un gasto oneroso y recurrente, aunque si bien en muchos casos la elección sea por la medicina privada muchísimo menos accesible para un bolsillo estándar. De ahí que las complicaciones graves se perciben en la pérdida de la salud y no tanto en el costo catastrófico que conllevan una amputación de extremidad inferior, una hemodiálisis, un bypass coronario y otros muchísimos procedimientos que requieren hospitalización y uso de equipo caro y personal altamente calificado. 

Sin embargo, sí se perciben en la pérdida de la capacidad de producir un ingreso digno, de la autonomía personal y se va convirtiendo uno en una muy pesada carga para la familia. Por ello cuidarse y prevenir es primordial. Ahí están los números y como dije al principio, en el caso de la diabetes no diagnosticada, las no noticias, no significan buenas noticias.

Conmemoremos este día.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tengo Diabetes


                                   
Hace mucho tiempo en que no me detenía a recordar esa primera confrontación con el diagnóstico de la enfermedad y la avalancha de sentimientos que caen, así como queriendo pasar inadvertidos, sigilosamente, pero con la devastadora fuerza de un huracán y que de vez en vez regresan con una fuerza titánica para recordarme esa casi irrelevante realidad que me grita, ¡tienes diabetes!

Este blog ha sido para mi un asidero del cual pendo para no caer. Cada vez que me siento frente a la máquina, con la mente en blanco, esforzándome por tener un tema para escribir, que valga la pena compartir y que no haga huir a mis lectores, encuentro que las ideas, los asuntos, los análisis, van llegando como por arte de magia y suavemente, como una refrescante brisa. Así, el texto va llenando de negras letras la pantalla. No es garantía de éxito en mi propósito, pero al menos he logrado vencer a mis internas restricciones y de nuevo, hay algo que contar.

Hoy mi gran reto era llegar -que digo cansado, lo que le sigue- y ponerme a escribir y cuando me puse frente al teclado, férreo enemigo que provoca el tropiezo y evidencia la supina redacción y la persistente carencia ortográfica, me vi seco, con la mente totalmente en blanco y sin idea de qué poner en ese electrónico lienzo blanco que voy manchando a la de clac, clac...

Pero al final ocurrió como sucede siempre que logro hacer fluir las ideas, los recuerdos asociados a la diabetes, al diagnóstico, a las limitaciones, la marginación alimentaria, el desgaste acelerado, la pérdida de funciones y el incrementado riesgo de un infarto o un derrame cerebral, termino un poco más exhausto que cuando empecé, pero sin esa pesada carga que, en cada instante vivido, se va agregando a la conciencia del "tengo diabetes". El efecto es como si arrojara a un electrónico pozo toda esa carga emocional, las frustraciones y los dolores cotidianos. Me pongo ligero, floto emocionalmente y encuentro una renovada energía para seguir adelante. Me libera, me relaja y me complementa el día. Por ello, si hay por estos electrónicos páramos algún lector que indulgentemente se asome, podrá ver un atisbo de esa, mi muy reservada alma, que de vez en vez deja salir algún testimonio, reflejo de mi muy íntimo sentir y pensar.

Lo siento, hoy es uno de esos días de reflexión que no quiere ser pesimista, pero el topar con la realidad, como quien da contra un muro de concreto, se duele con ese dolor del coscorrón, que aunque lo sobemos, se queda un largo rato y nos permite un atisbo de imágenes de estrellas. Que no llore o no me queje no erradica el dolor que está ahí, permanentemente agazapado junto con su pertinaz secuaz, la certeza de que esta condición no tiene cura.

Cuando me siento en este estado de ánimo que se va mitigando al escribir, cada renglón es cual mítico bálsamo que restaña heridas y me va dando el espacio para ir encontrando las ideas que, en principio me sirven a mi y en consecuencia llegarán a tocar muy hondo quizás en otro espíritu atribulado por padecer diabetes.

Viene a mi mente posándose al frente, como quien se cuela en la fila, el recuerdo del peso del diagnóstico y esos primeros instantes a solas con la enfermedad; instantes que pueden durar horas, días, meses e incluso años. Pensar ¿tuve acaso yo la culpa? y luego guardar un culposo silencio, culposo pues sabemos o al menos creemos saber la respuesta y nos duele escucharla pronunciada por nosotros mismos, aunque sea en la intimidad de nuestra propia conciencia.

Pero la pregunta es, precisamente, ¿somos culpables? y me respondo, no no lo somos. Culpables no, descuidados, desordenados, quizás hasta indolentes o necios, pero no culpables. Cualquiera que sea el tipo de diabetes que padezcamos, el haberla obtenido no es una cuestión de culpa. Es cuestión de muchísimos factores, entre los que están: falla en el código genético, limitaciones de tipo metabólico, estilo de vida, tipo de alimentación, trampas sociales y educación alimentaria. Hay más, pero que con estos baste.

Que me dio diabetes tipo 1, o me cuido y me inyecto insulina o no sobrevivo. Que la que me dio es la tipo 2. Igual, a cuidarse y medicarse y hacer ejercicio o que fue gestacional. Aquí es más crítica por que el riesgo se multiplica al menos por dos.

¿Qué hacer? ¿cómo manejarlo? espero ir desgranando de aquí al día catorce, estas y otras respuestas para preguntas aún no elaboradas. Ya estoy bien a punto de tomar el último alimento de esta jornada de vida y en la expectativa de despertar mañana y como todos los días desde que tengo diabetes y me cuestiono si podré soportar otro día con esta pesada carga, hacerme del ánimo y decir como todas las mañanas: Solo por hoy...




sábado, 3 de noviembre de 2012

La Gran Prueba Azul (Big Blue Test) en la Diabetes tipo 2



Como había anticipado en la entrada de ayer -la cual se publicó hasta hoy en la madrugada dado que el reloj no quiso esperar a que terminara de revisar y pulir el texto-, hay una enorme ensalada de temas que tratar y dentro de esa variedad encuentro también, coincidiendo además con los esfuerzos de la “sociedad civil”, un tema que está teniendo una presencia muy interesante y que me encuentro frecuentemente en redes sociales. Se trata de la Big Blue Test promovida por la “Diabetes Hands Foundation” y cuya misión es poner en contacto, involucrar y dar fuerza a la gente tocada por la diabetes. El resultado más perceptible es el de despertar conciencia de y hacia la diabetes y quienes a su vez tienen varias páginas asociadas con iniciativas de cuidados, consejos e interrelación entre gente con diabetes o interesada en el tema.

Dentro de las múltiples iniciativas que ha impulsado este grupo, se encuentra la que le da nombre a la entrada de hoy y es la futuramente famosa Gran Prueba Azul o Big Blue Test, en inglés. La idea detrás de este colorido nombre es impulsar la actividad física entre la comunidad diabética mundial y probar algunas hipótesis entre las que se encuentran:

Una vida activa físicamente previene de complicaciones crónicas.

Si antes de hacer ejercicio –siempre después de asegurarnos que no lo hacemos en ayunas-, nos medimos la glucosa en sangre,  hacemos ejercicio y al finalizar volvemos a controlar glucosa, habrá una disminución de los niveles de glucosa, atribuibles a la actividad física.

Se puede iniciar un esfuerzo de concientización a nivel global y alcanzar un relativo éxito en su difusión.

Una vez que se inicia un programa de ejercicio constante, se puede continuar una vez que el beneficio personal queda patente.

Se puede ligar este esfuerzo a una causa altruista involucrando un patrocinio con un destino claro, objetivo y a favor de la salud.

Bueno, eso en términos generales es lo que he entendido de la lectura de los boletines que amablemente me llegan a través de sus múltiples medios como son la propia Diabetes Hands Foundation, Big Blue Test, TuDiabetes.org y EsTuDiabetes.org, a los cuales estoy suscrito. 

La meta fijada para este año es la de poder alcanzar las 20,000 pruebas antes del 14 de noviembre, fecha en que se conmemora el día mundial de la diabetes. La propia fundación ha lanzado un llamado urgente para que todos sus suscriptores difundan este concepto y haya cada vez más diabéticos realizando esta prueba, que va más allá de reportar un contenido de glucosa en sangre antes y después de haber realizado alguna rutina de actividad física, sino que el resultado obtenido tiene una serie de consecuencias asociadas además de la muestra de sangre y su resultado. A cada prueba reportada se obtiene un donativo de US$5.00 (cinco dólares) que aporta Roche Diabetes Care para apoyar las labores de la fundación. Esfuerzo en extremo loable ya que constituye una idea extraordinaria que combina el impulso del automonitoreo de la glucosa (el negocio de Roche), adicional a la realización de ejercicio físico tan útil en la vida con diabetes, permite formar un mapa de diabéticos conectados en la red, ayuda a educar y sensibilizar con acciones tangibles y medibles con beneficio personal (ejercicio + monitoreo) y ayuda a recabar generosos fondos para expandir la labor. Una combinación realmente ganadora.

Finalmente solamente quisiera agregar que ya desde hace un rato hago ejercicio de manera cotidiana y ahora con el programa de la Gran Prueba Azul solamente me pico los dedos antes y después del ejercicio y reporto el resultado en la aplicación que descargué de ITunes Store y me cuido, tengo evidencia documental del resultado y aporto para una muy buena causa.

¿Tienes diabetes o algún familiar, amistad o compañero de escuela o trabajo padece diabetes? Usa o Sugiérele las ligas que hoy comparto y en comunidad tratemos de construir un futuro mejor con un beneficio tangible personal en el corto plazo.


Diabetes en el mes mundial de la diabetes – Panorámica general





Aunque con casi veinticuatro horas de retraso para entrarle con todo entusiasmo al mes dedicado al tema de la diabetes, pero haciendo uso y abuso del aforismo “nunca es tarde”, comienzo este noviembre de 2012 haciendo una reflexión sobre los aspectos generales de esta dulce condición y los temas que pienso estar analizando a lo largo de este mes, en particular en el primer tramo que va de aquí al día 14, fecha en que se conmemora el Día mundial de la diabetes. 

Recordar por ejemplo, qué es la diabetes, cuales tipos de diabetes se conocen así como cuales otras condiciones que tienen desconcertados a los médicos se pudieran considerar como otros tipos de diabetes, en qué consisten las principales diferencias de los tipos de diabetes reconocidos por la comunidad médica, los casos particulares de complicaciones agudas y las complicaciones crónicas, la esperanza de vida de los diabéticos con y sin control adecuado de la enfermedad, la vida cotidiana con la diabetes y opciones de cuidados, medicamentos de última generación, la importancia del automonitoreo, el valor del ejercicio y el plan de dieta en conjunto con la atención médica, prevención y detección temprana y el costo de cuidarse vs el costo de no hacerlo.

Hay muchísima tela de donde cortar y de seguro habrá mucho de qué hablar en particular sobre lo que se hace en el ámbito de salud pública y lo que se hace en la denominada sociedad civil cuya actividad es hoy en día sumamente visible por su intensa actividad en las redes sociales. En la primera clasificación está la Secretaría de Salud Federal y las entidades estatales que de unos pocos años hacia acá hacen un esfuerzo cada vez mayor y más enfocado hacia la prevención y tratamiento temprano que en lo relativo a la atención de crisis derivadas de complicaciones crónicas y agudas de la enfermedad. Esto mucho derivado de los convenios internacionales del gobierno, pero mucho también por la reciente aceptación de que desde el punto de vista económico es mucho menos costoso prevenir y que de no hacerlo, no habrá presupuesto que alcance en el futuro. Dura realidad, pero realidad al fin. 

La sociedad civil está muy fragmentada y en lo general o carece de un presupuesto para actuar de manera contundente o sus recursos son muy limitados, en particular si comparamos estos con el poder económico del estado. Sin embargo, la gran ventaja que tienen estas redes sociales organizadas en el ámbito de la sociedad civil es la agilidad, el ingenio y un tesón digno de admiración. De estas iniciativas se han organizado grupos de pacientes y sus familiares, gente que busca conocer más de la enfermedad, su tratamiento y formas de resolver los problemas de vivir con diabetes y sus complicaciones. Ese fue el origen de las asociaciones de diabetes, los foros de pacientes y otras mil iniciativas. Hoy día contamos con organizaciones muy bien constituidas como las federaciones de diabetes que operan a nivel nacional en muchas partes del mundo y que agrupan a las asociaciones locales, formando una gran masa crítica con capacidad de voz audible en las más altas esferas de gobierno. Otro foro de organización y difusión son las redes sociales en donde aparecen cada vez con mayor frecuencia sitios que van aglutinando a los interesados en el tema y ayudan en el esfuerzo de difundir información sobre la enfermedad y otros temas relacionados. En algunos casos incluso, la difusión de programas de apoyo, iniciativas de donación de medicamentos o accesorios de monitoreo u ofertas sobre productos relacionados. Hay también, como es mi caso, muchísimas páginas con formato de blog vaciando cualquier cantidad de información, opiniones, recetas, ejercicios y hasta expresión fuerte de estado de ánimo sobre la diabetes. 

Ya no estamos solos los diabéticos y esta reflexión, hoy, es el inicio de un esfuerzo que espero mantener diario a lo largo de lo que queda del mes como un virtual e-granito de arena en el sentido de una mejor vida compartida con la diabetes.